Querida Virginia:
Marcaste el siglo XX con tus palabras, lo inundaste de historias en el viento. Fuiste una de las renovadoras de la lengua inglesa y la novela moderna, eternamente gracias por eso.
Tu obra literaria, Una habitación propia, marcó una etapa fuerte del movimiento feminista. Usando las palabras correctas fuiste una mujer intelectual llena de misterio. Ahora tus libros llenan las librerías, las bibliotecas albergan tus grandes obras como obras de arte. Por que eso son, arte en letras. Tu mente se impregno con tinta en esas hojas que siguen con vida.
Hoy 25 de Enero cumplirías 136 años de brillar en un mundo estereotipado. En esta época, tus libros son valorizados de una manera catastrófica, cual si fuera manual de vida. Tu conciencia fluyó como un río que sigue su cauce, desbordando sensaciones con velocidad imparable.
Inspiraste a muchas mujeres a convertir en palabras sus pensamientos, a hacer tangibles los sentimientos atrapados en la garganta. La devoción a tu trabajo provocó que me enamorase de los libros, de las maravillas de la literatura. Comprendí que los libros son grandes armas, que la tinta y la hoja son el arma perfecta para la creación de uno mismo.
Desempeñaste el papel de escritora apasionada, donde la pluma se volvió tu escape y las palabras tu historia.
Sinceramente, Erika
Libros escritos por ella:
La señora Dalloway
Fin de viaje
Noche y día
Las Olas
Orlando
Los años
Entre actos