A veces no todo esta tan mal como parece. A veces se cierra una puerta pero se abren 3 más. A veces el corazón roto te lleva por un camino lleno de risas y buenos amigos. A veces al perderte te encuentras y más fuerte. Simplemente vuelves a empezar pero con alas. Dejas los trenes por que te das cuenta que eres de volar. Dejas de perseguir lo que ya se fue por que entiendes que no tiene sentido ir detrás de algo ya perdido.
Comenzamos a sonreír porque estamos. Agradecemos que el plan no salió como queríamos pero nos llevo a un mejor destino. Pensamos en nuestro pasado y sonreímos por todas esas cicatrices que ahora son museos de arte. Se nos sale una lagrima al recordar el amor que no pudo ser o el que se perdió en las palabras guardadas del corazón. Nos enamoramos una y mil veces más y tal vez con más intensidad. El corazón no deja de sentir aunque de vez en cuando tropiece. A veces estamos tan segados con lo que pudo haber sido que no nos damos cuenta de lo que es, de lo que fue y lo que será. Sucede que de tanto extrañar dejamos de valorar y se sacude nuestra paz.
Porque la mayoría de las veces ese plan B te regalo tus mejores momentos y risas. Es nuestra decisión elegir en que momento miraremos hacia adelante, siempre ha sido decisión de uno el ser feliz. Queda mucho aire para seguir queriéndote, quedan páginas en blanco esperando a ser escritas, tachadas y re escritas. A veces, y solo aveces, uno cambia por que no hay de otra, por que el alma lo pide. A veces seguimos el corazón y escribimos ese mensaje que juramos jamás mandar; pero después hay tranquilidad y paz. Decidimos decir adiós a viejas amistades pero llegan nuevos amigos, esos que no hacen más que darnos rayos de felicidad. A veces crecemos por que así es la vida.
Y así, la historia continua, hora de seguir caminando. Aunque a veces, regreses a mirar el bonito camino que haz dibujado.
